jueves, 28 de mayo de 2009



Córdoba, 27 de mayo de 2009.-


Estuve toda la mañana pensando como escribirte esto. Como tengo perfectamente en claro que no me sé expresar o no sé decirte lo que realmente es, y cómo siempre me resultó más fácil escribir que hablar, acá estoy, tratando de.
Cuando nos conocimos en profundidad, y después de horas y horas de charla, lo supe instantáneamente. Sentí, volví a sentir después de todo lo que pasé, noté como se me aceleraba el pulso con sólo verte, sentí que podía sacarme este disfraz y mostrarme tal cual soy con vos y creí que sabía exactamente cuál era mi posición y dónde estaba parada, sentí. Nadie me conoció tan rápido como vos.
Me hacés sentir linda, única, especial. Y yo me siento gracias vos linda, única y especial. Este tiempo fue tan especial, me hizo soñar, sabés? Aún sabiendo en detalle tu historia actual. A pesar de todo lo que creí tener asumido, me hiciste querer elegirte. Aún sintiéndome sola como me siento ahora.
Yo sé que estoy siendo ciega, creyendo que todo está bien, que si yo te espero todo va a salir bien. Pero no lo puedo evitar, por más que pelee y me trate de auto convencer que las cosas no son, y muy probablemente, tampoco sean nunca como yo quiero, como me gustaría. Sé que no me estoy dando cuenta que tu situación es complicada, que hay una criatura de por medio. Siento que tengo un montón de cosas para darte, para hacerte feliz, para que te sientas completo, pero que no sé como.
Hoy veo a través tuyo la suma de todos los fracasos que tuve en la vida, sintiendo que se repiten palabras, situaciones y, por sobre todo, la misma pregunta de siempre “¿Por qué?”. Y duele no tener respuestas, duele saber que querés y no podés, duele entender que la historia que podría ser muy importante es sólo producto de mi imaginación, y que no sé qué hacer para tenerla. Ahora estoy acá, procesando un dolor que es una mezcla entre lo nuevo y los fantasmas del pasado que vuelven, mientras hago lo único que puedo hacer: estar ahí. Entonces ahí estoy, golpeada, aturdida, sola y trabajando, estudiando, pagando cuentas y finalmente, muy triste. Muy triste porque todo lo que quiero para mí, todo eso que sé que lo podría tener a tu lado lo estoy viendo caerse a pedazos alrededor mío, y me cuesta aceptarlo. Hoy me parte la tristeza. Me parte la impotencia. Me parte saber que es lo que pasa y no poder hacer nada.
Entender duele, entender molesta, entender incapacita ¿Por qué? Por que si entendés no te podés enojar, por que te das cuenta que esa furia que querés desplegar sobre el otro no es mas que furia sobre uno mismo. Y yo estoy enojada conmigo. Por quererte, por soñar con vos, por extrañarte, por necesitar mandarte un puto sms y no poder, por no tenerte.
¿Viste como los dibujos animados, que dos personas están en la misma habitación y de golpe ese lugar se empieza a estiraaaaaar y uno queda en una punta y otro en la otra? Bueno, algo así siento. De golpe te volvés inalcanzable, y eso me desespera y me enoja terriblemente, porque inconcientemente no entiendo.
En los ratitos que hablamos o estamos juntos me llenás de magia. Por más cursi que parezca, y más cursi que creas que soy, es cierto. No pensé que podía sentir que podías ser mi “compañero”, de ruta, de vida, de buenas y malas. Nunca, pero nunca nunca, me sentí tan cerca de alguien. En serio. Me duele en el alma, me duele en el corazón, y me va a doler en la vida. Porque siento que te estoy dejando ir, siento que te estás yendo, por no decir que ya te fuiste o que nunca estuviste, por tratar de autoconvencerme que algo hay adentro tuyo y que se puede construir algo.
A pesar de todo yo sigo apostando. Apostando a vos. Y estoy dispuesta a esperarte, a esperar que te des cuenta que yo puedo hacerte feliz, que puedo ser la mujer con la cual te sientas orgulloso de estar. Sé que somos completamente capaces de estar juntos, así como también sé que ninguno de los dos se va a morir sin el otro al lado. Pero te necesito, y mi vida es mucho más fácil y tiene algún significado cuando estás vos en ella. Y, como leí hoy, en alguna parte, creo que “está escrito que somos el uno para el otro. Está escrito, sólo que a veces se nos olvida leerlo".
Pero llegamos tarde, aunque nos conocimos, aunque nos hayamos reconocido. Sos exacto para mí. Sabelo. Y no sé si maldecir o agradecer el haberte encontrado a vos. No, no puedo renegar de haberte conocido.
Un beso.


Paulina

0 Comments: